Como se conoce, el presidente de Argentina, Javier Milei, emitió un comunicado en el que repudia una presunta “falsa denuncia de golpe de Estado” realizada por el Gobierno de Bolivia el miércoles 26 de junio, considerándola “fraudulenta y poco creíble”.
Asimismo, hace alusión a gobiernos socialistas de la región y la existencia de supuestos presos políticos.
Dicho criterio generó reacciones encontradas en el país, como la que compartió con Panamericana el diputado opositor y diplomático Gustavo Aliaga, para quien la actitud de Milei debe ser llamativa.
Para Aliaga la imagen del país quedó muy debilitada ante la comunidad internacional, y para sustentar su tesis se refirió a la postura de la Organización de Estados Americanos y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Para su colega y ex ministro de Gobierno, Saúl Lara, lo ocurrido también debe ser motivo para revisar irregularidades en el nombramiento, ascenso y destino del alto mando militar.
Empero, para el analista político Javier Flores, el pronunciamiento de Milei pone en evidencia una acción absolutamente política y hasta podría considerarse una injerencia por haber emitido un juicio de valor.
Además de notar coincidencias entre el concepto del presidente argentino y el líder del MAS, Evo Morales, el analista resaltó la necesidad de que se profundice la investigación para despejar dudas y desmitificar el concepto clásico de golpe de estado.
PANAMERICANA.
