Panamericana compiló opiniones divergentes sobre la confiabilidad de los datos del Censo de Población y Vivienda 2024, en medio de dudas y temores sobre el impacto que tendrá su aplicación en el diseño de políticas públicas y distribución de escaños.
Para el experto en estadística y responsable de la denominada “Ruta del Censo”, Mario Galindo, los reparos son justificados y las observaciones pueden ser subsanadas mediante una comparación con el registro administrativo y la comparación con la encuesta de omisión censal que realizó el INE.
Sobre dicho punto, el profesional remarcó que varias organizaciones de la sociedad civil solicitaron, sin éxito, acompañar el proceso censal oportunamente para detectar posibles fallas.
A su vez, el director de de Podema y Consultor en Estadística y Demografía, Mario Gutiérrez, detectó distorsiones en los datos censales y afirmó que la posibilidad de corregir falencias se reduce a la tabulación de preguntas formuladas y el acceso irrestricto a la base de datos.
Por su parte, la experta en Población y Desarrollo, Teresa Polo, expuso su criterio en sentido de que los datos presentados están “sobre estimados”, debido a la amplia diferencia entre las proyecciones del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) y del propio INE.
Según su opinión, las fallas pudieron originarse en la etapa pre censal y durante la recolección de información.
Para el analista político Javier Flores, es evidente la intención de algunos actores coyunturales de politizar un tema que debería ser eminentemente técnico por su importancia a largo plazo y no únicamente para la gestión de gobierno actual.
La advertencia de politización del censo fue compartida por el analista Martin Moreira, quien cuestionó las críticas tomando en cuenta la preparación y socialización del proceso en todas sus fases, así como el aval de organismos internacionales respetados.
PANAMERICANA.
