El jurista y diputado de “Comunidad Ciudadana,” Carlos Alarcón, expresó su preocupación tras la postergación de la audiencia del caso “Golpe I” hasta el 17 de octubre. En declaraciones a medios locales, Alarcón calificó el proceso como un montaje político destinado a proteger a los ex mandatarios Evo Morales y Álvaro García Linera. Según Alarcón, el caso busca imponer una narrativa de golpe de Estado para encubrir lo que considera un fraude electoral ocurrido en 2019.
Críticas a la omisión de testigos clave
Alarcón criticó la ausencia de Morales y García Linera como testigos en el proceso, considerándola un "absurdo jurídico" que, según él, corrobora la existencia de una fiscalía que actúa de manera selectiva. “Es incomprensible que se convoque a los detractores, pero no a los ex mandatarios que son claves para esclarecer los hechos de ese período”, sostuvo el parlamentario.
Respuesta del MAS
Por su parte, el diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), Sandro Ramírez, lamentó la postergación de la audiencia, señalando que esta decisión solo dilata el acceso a la justicia para las víctimas de la masacre de Senkata. Ramírez reiteró la importancia de avanzar con el proceso, considerando que muchas personas afectadas por esos hechos aún claman por justicia.
Coincidencia en la convocatoria de testigos
A pesar de sus diferencias políticas, Ramírez coincidió con Alarcón en que habría sido pertinente convocar a Evo Morales y Álvaro García Linera como testigos, ya que ambos fueron protagonistas de los hechos de 2019 y se consideran presuntas víctimas de un quiebre en el orden constitucional.
PANAMERICANA.
